¿Hugh Hefner liberó a las mujeres sexualmente?...

¿O las convirtió en objetos sexuales?

La historia de Playboy es una historia de ambición, éxito y poder. Hugh Hefner fue el arquitecto de un imperio que se mantuvo en la cima durante medio siglo y que incluso después de su muerte sigue siendo una marca que genera millones de dólares de ganancia cada año. Hefner convirtió su marca y su propio nombre, en sinónimo de liberación sexual, pero ¿fue realmente Playboy un instrumento de liberación o en realidad era un producto que cosificaba a la mujer?

La primera edición de Playboy salió a la luz en 1953, en su portada aparecía una de las más grandes estrellas que haya visto Hollywood, Marilyn Monroe, y en su interior, la propia Marilyn aparecía completamente desnuda sobre un fondo de terciopelo rojo. De inmediato, Playboy cobró notoriedad nacional, fue sumamente cuestionada por la parte más conservadora de la sociedad, pero la revista no deja de venderse.

Hefner aprovechó cada oportunidad que tuvo para, a través de la prensa y la televisión, señalar que Playboy era un canal de liberación sexual, tanto para hombres como para mujeres, quienes se mostraban en la revista “libres y como dios las trajo al mundo”. En aquellos años ver a una mujer desnuda era tabú y sumamente censurado por las costumbres y los valores de la sociedad. Por lo tanto, una revista de circulación nacional que en su interior mostraba la desnudez de las mujeres era algo realmente revolucionario.

La pornografía existía desde hacía muchos años, pero no era algo popular, y mucho menos masivo. Playboy llevó el contenido erótico al puesto de diarios y con eso cambió por completo lo establecido. Ese fácil acceso al contenido para adultos convirtió a Hefner en un héroe para muchos hombres, y él mismo se encargó de promover su figura como la de un paladín de la libertad sexual.

Sin embargo, Playboy no era realmente un medio en donde las mujeres pudieran ser libres, y decir y hacer lo que les vinera en gana. Por el contrario, Playboy era medio diseñado exclusivamente por y para hombres, y en donde las mujeres aparecían desnudas para el deleite masculino. Por supuesto, la revista luchó durante años para liberarse de su imagen machista, y en sus páginas se incluían artículos de interés general o incluso cuentos y relatos de grandes autores, pero lo cierto es que la revista vendía por su contenido erótico, por sus mujeres como objetos sexuales.

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