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El panorama del fútbol femenino en América Latina

#JUGUEMOSIGUAL
Por Lifetime Latinoamérica el 05 de Abril de 2019 a las 11:11 HS
El panorama del fútbol femenino en América Latina-0

En los últimos años, las mujeres han comenzado a pisar con fuerza en un territorio históricamente masculino.

De acuerdo a cálculos de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), unos 30 millones de mujeres en el mundo practican el fútbol regularmente en ámbitos federados, y esta cifra crece rápidamente año a año.

En Latinoamérica, a diferencia de otras regiones como Estados Unidos, Canadá, Europa o Japón, el fútbol fue considerado históricamente una actividad de “machos”. A pesar de que en general goza de gran popularidad entre toda la población, hasta hace no tanto tiempo eran solo los hombres los socialmente habilitados a practicar este deporte de equipo.

Afortunadamente, como tantas otras reglas arcaicas y sin sentido, esta también está comenzando a cambiar, y cada vez son más las mujeres de América Latina que se atreven a calzarse los botines. Y no solo eso, para sorpresa de muchos sexistas: ¡las chicas están demostrando un talento arrasador con el balón!

En 2015 la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) creó su propia dirección de fútbol femenino y en 2016 anunció que los clubes que no posean equipos femeninos no podrán participar de competencias internacionales. Brasil, Argentina, México, Uruguay, Colombia, Chile, Venezuela, Perú y Bolivia ya poseen sus propias ligas de mujeres que participan de torneos profesionales tanto dentro de sus territorios como a nivel internacional.

Pero a pesar del gigantesco avance que han dado las mujeres en el fútbol, el panorama dista mucho de ser equitativo. Mientras que en casi todo el territorio latinoamericano los jugadores de fútbol masculino profesional cobran un salario por su trabajo, las jugadoras suelen realizarlo ad honorem, o cobran sueldos simbólicos, lo que las obliga a sostener otros empleos en paralelo a sus carreras deportivas, tareas a las que muchas veces se le suman labores domésticas y de cuidado también impagas. Los sponsors tampoco sobran en el mundo del fútbol femenino, aunque esta tendencia está comenzando a revertirse muy lentamente.

No caben dudas de que, a pesar de todas las dificultades que debemos superar para conseguir nuestras metas, cada vez quedan menos territorios en los que las mujeres no podamos sobresalir.

Y tú, ¿conoces mujeres futbolistas?