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LOS HOMBRES Y EL CÁNCER DE SENO

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Por Lifetime Latinoamérica el 04 de Noviembre de 2021 a las 15:38 HS
LOS HOMBRES Y EL CÁNCER DE SENO-0

Cáncer de Seno... una batalla que se gana junto a un gran hombre.

Si algo necesita una mujer que se encuentra atravesando por una enfermedad como el cáncer de seno es la solidaridad y el cariño de sus familiares y seres más cercanos. Y si esa mujer cuenta con una pareja solidaria, que la apoye en todo momento, esto es un elemento fundamental dentro del proceso de recuperación.

Son muchos los hombres que han sabido afrontar este desafío y han decidido combatir este mal junto a ellas, manteniéndose inquebrantables y brindándoles la fortaleza necesaria para salir victoriosas.

De modo que, parafraseando el célebre dicho, podemos decir que "detrás de toda mujer valiente siempre hay un gran hombre".

Y estos son los testimonios de algunos de ellos:

“Ella vivirá y sanará”
Bernardo Gimón (esposo de Juanita Arteaga)
Cuando a Juanita le dieron el diagnóstico y nos informaron que había que operarla, los dos nos sentamos a hablar sobre el tema y ella se mostró siempre con mucha valentía. Cuando vi la inmensidad del tumor, le dije al doctor: “Ella vivirá y sanará”.

Confieso que a mi me impactó la noticia, pero en ningún momento me puse pequeñito. Yo le pedí a mi Dios y siempre tuve mucha fe de que todo iba a salir bien. Juanita siguió su tratamiento y yo siempre fui su brazo derecho.Cuando ella comenzó a perder el cabello, al principio usó pañuelos, pero luego los dejó a un lado. Entonces buscamos una máquina de afeitar y se raspó toda la cabeza.

Lo más impactante de todo es que eso fue hace unos 20 años, y a pesar de que el diagnóstico llegó a ser de estado terminal, todavía estamos aquí.

Durante todo el proceso nosotros salimos y nos divertimos. Y es admirable cómo Juanita siempre ha mantenido una actitud positiva y su sonrisa, al punto que nunca la vi decaer. Recuerdo, incluso, el momento en que me dijo que quería ponerse el seno y yo le dije que ya no estábamos en la edad ya de eso. Y agregué: “Yo te quiero con o sin teta”.

"Un gran aprendizaje"
Alberto Escalona (esposo de Carmen Elena Montcourt)

Para mí, el apoyo a mi esposa, cuando se trata de cáncer de mama, va desde lo físico hasta lo espiritual.

En lo físico, tratar de comprender lo que está pasando con su organismo, brindar toda la ayuda necesaria y ser muy tolerante en el día a día. En lo espiritual, tratar de conversar con Dios y buscar a través de él la fortaleza para poder transmitírsela al ser querido.

Poder compartir con la espiritualidad de mi esposa fue muy importante para mí, ya que me ayudó a discernir todo este drama de una manera distinta y a ver un resultado feliz al final del proceso. Todo esto, creo, me convirtió en un mejor esposo, un mejor padre, un mejor amigo, pero sobre todo, en una mejor persona.

Toda esta situación ha sido un gran aprendizaje y ha servido para darme cuenta de la familia tan bella que tengo, de los compañeros de trabajo que han estado allí con sus oraciones y sus palabras de aliento y, por supuesto, de los amigos que siempre han expresado su solidaridad.

Tanto es el apoyo que ha recibido mi esposa, que en el libro que escribió junto a su hija (Daniela y yo, Guerreras de la Luz. Guía espiritual para ganarle la batalla al cáncer), mi esposa revela como a través del amor de la familia y los amigos ella obtuvo las fuerzas necesarias para lograr la victoria.
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"Yo la cuido, soy el hombre"
Luis Torres (esposo de Ligia y padre de Patricia)

Lo de Ligia fue algo sorpresivo, que por supuesto no esperábamos. Cuando nos informaron lo que tenía, yo se le comuniqué a la familia, no le veía el sentido de ocultar lo que estaba pasando.

Además, pensé, hoy en día es una enfermedad que ha sido muy estudiada y los pacientes tienen la posibilidad de salir muy bien para adelante. Lo primero es operar y luego metes quimioterapia y radioterapia.

Desde que la operaron, ella ha sentido el apoyo de su familia y yo por supuesto he estado muy cercano a ella. Yo la cuido, soy el hombre. Nunca me he quebrado, y me ha servido que creo mucho en el rezo, soy creyente, a pesar de que no me la paso en la Iglesia.

En los momentos de aplicación de las quimio, me iba muy temprano en la mañana para tomar el número, de modo que Ligia no tuviera que esperar tanto. Las quimios la debilitaban mucho, le daban nauseas y diarrea, hasta los olores le molestaban. Recuerdo haberme sentado a hablar con ella en las noches, tanto después de la segunda quimio como cuando se le comenzó a caer el pelo… ella se ponía a llorar porque le pegaba mucho anímicamente.

Año y medio después, me enteré de la noticia de mi hija Patricia. El caso fue más drástico. No olvido cuando ella se presentó en la casa y me dijo que se había hecho una punción y el resultado salió positivo. Su operación fue de inmediato para entonces comenzar con el tratamiento.

Yo a mi hija le ofrecí el mismo apoyo que a mi esposa. Su mamá y yo estábamos pendientes de todo de lo que ella quería o necesitara, sobre todo de su alimentación. Y por supuesto toda la familia le ha dado mucho apoyo. La verdad mi hija ha sido una valiente con esta enfermedad.

Si quieres seguir leyendo más información interesante sobre este tema, continúa en la sección SIN FILTRO de milifetime.tv.

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Cáncer de Seno, un día en el mundo