MADRES MONSTRUO

En un mundo tan competitivo como el que vivimos, la presión por ser los mejores es lo que probablemente ha llevado a muchas madres a ser excesivamente rígidas y disciplinadas... Y con las hijas, este asunto se puede teñir de más drama.

Se cree que tener altas expectativas con las hijas es directamente proporcional a que alcancen grandes logros en los estudios y actividades deportivas, sin embargo, esto no es una verdad absoluta.

Existen mujeres que sin estar muy conscientes –más parece ser por inconformidad y frustración de ellas mismas-, crían a sus hijas en ambientes de continuas presiones y cuestionamientos respecto a su aspecto físico, sus hábitos alimenticios, su vestimenta, y hasta asuntos tan personales como qué profesión escoger o cómo llevar adelante su vida sentimental. Casos extremos de este tipo de madres de temer, son aquellas que para poner a sus pequeñitas a competir por coronas y dinero, les colocan dentaduras postizas, Botox, y hasta con aerosol les dibujan el abdomen.

Otras progenitoras súper controladoras son las llamadas Tiger Moms, que intentan educar a sus hijas occidentales bajo los valores tradicionales de la familia china. Estas mujeres suelen ser ofensivas y obligan a sus hijas a aprender bajo amenazas, como quitarle sus objetos favoritos, dejarlas sin regalos de Navidad o cumpleaños, e incluso llegan a niveles de no permitirles ir al baño o comer.

Y tú, ¿crees que ser una madre súper exigente conduce a tener hijas exitosas? ¿O piensas que vale más la pena ser estrictas pero sin olvidar la compresión y el amor?

Si buscas madres competitivas, de esas que se esfuerzan descarnadamente porque sus hijas sean las mejores bailarinas, a cualquier costo, no te pierdas Dance Moms.