MUÑECAS REALES
Estereotipos ajustados a la realidad de nosotras.
Es muy fácil decir que las mujeres debemos aceptarnos tal cual somos, con nuestros defectos y virtudes (principalmente los defectos, pues las virtudes las acepta cualquiera), que lo que importa es la actitud, y la belleza interior; pero no es tan fácil llevarlo a cabo en un mundo que todo el tiempo nos recuerda cuáles son los modelos imposibles y nos invita a la comparación.
Gentileza de las imágenes: http://www.barbiecollector.com/shop/doll/barbie-look-collection-pink-gown-bcp89 | http://www.diariocultura.mx/2013/03/barbie-una-muneca-que-refleja-los-cambios-sociales/
Desde muy pequeñas nos han inculcado todo aquello que “debemos ser”, o lo que quieren que seamos, a través de los juegos con a los que nos divertíamos cuando éramos niñas. Pensemos en las muñecas que nos daban para jugar y reflexionemos tan sólo un segundo en su anatomía. Estos juguetes, en apariencia inocentes, muestran imposibles cánones de su belleza, y cuando decimos imposibles somos literales: su cintura no es lo suficientemente grande como para albergar los intestinos, sus diminutos pies jamás podrían mantener al resto del cuerpo de pie, y su altísimo cuello no sería capaz de sostener el peso de la cabeza. Aún así, miles de niñas al año reciben de regalo una de estas muñecas que constantemente les recuerdan mientras juegan “sean así, sean como nosotras”: rubias, altas, delgadas, doradas por el sol, exitosas, glamorosas, con las piernas desmontables… bueno, no todo. Pero casi.
Valeria Lukyanova, la mujer que se sometió a más de 30 cirugías para ser la Barbie Humana).
Gentileza de las imágenes: http://www.ibtimes.co.uk/living-doll-barbie-valeria-lukyanova-justin-jedlica-429021
Por eso es tan importante, y vale una celebración, que haya salido al mercado una Barbie real, o una anti-Barbie: se llama Lammily, y está diseñada según las proporciones reales y los tamaños reales de una mujer promedio de 19 años. Su diseñador, Nicolay Lamm, tomó las medidas basándose en las estadísticas del Gobierno de los Estados Unidos, y recurrió a una campaña de financiamiento on line para llevarla a cabo.
Así nació Lammily, el caso saludablemente contrario al de las muchachas que se realizan decenas de cirugías estéticas para parecerse a Barbie o a una muñeca de porcelana. Esta heroína inanimada del siglo XXI, con estrías, acné y celulitis, posee toda la belleza potencial de una joven normal.
¿A ti que te parece? ¿Qué muñeca le comprarías a tu hija? Déjanos tu comentario, y recuerda: si quieres conocer y celebrar el encanto de otras mujeres reales, no te pierdas los capítulos de PEQUEÑAS GRANDES MUJERES.
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lammily.com
Fuente de las imágenes: diariocultura.com | barbiecollector.com | INTERNATIONAL BUSINESS TIMES